Tuesday, October 4, 2011

LA VIOLENCIA EMOCIONAL...


Por Rhina Cardenal DeBayle

A menudo se destaca en los medios de comunicación la violencia física de que son víctimas miles de mujeres en el mundo, incluyendo aquéllas que mueren diariamente a manos de sus compañeros de vida. Ésta es la evidencia más cruda de la existencia de este terrible flagelo en nuestros hogares.

Sin embargo, existe otro tipo de violencia intrafamiliar que, a pesar que es aun más común que la violencia física y que sus secuelas también son brutales, no se destaca suficientemente. Ésta es la violencia emocional y psicológica.

La violencia emocional es más difícil de demostrar y es minimizada porque no deja cicatrices visibles, aunque sus secuelas son más profundas, porque su blanco es el espíritu y la psiquis de la víctima.

En nuestras sociedades machistas justificamos este maltrato catalogándolo de “normal”. Es más fácil hacerse de la vista gorda y culpar a las víctimas señalándolas de idiotas por “dejarse” o “merecerlo”, sin comprender el proceso estructurado del abusador que prepara las circunstancias para asegurarse el control absoluto sobre su víctima para abusarla impunemente.

Con trato dulce y promesas que nunca llega a cumplir, el típico abusador sutilmente aísla a su víctima de todo su entorno, manipula para hacerla depender emocional y económicamente de él. La empuja a renunciar a sus medios de subsistencia e independencia, a alejarse de sus intereses, amistades y familia. Al momento del maltrato, ella no tiene salida o escape y le acepta todo.

Culpa a su víctima de todas sus acciones abusivas: Si él se embriaga es porque ella lo provoca, si la rechaza, la insulta o le es infiel es porque ella no merece ser amada por no ser suficientemente buena en determinadas actividades, delgada o atractiva o porque para él, ella no hace nada bien y no es capaz de hacerle feliz. Siempre inventa una justificación, de la que ella es responsable por su crueldad.

El abusador es un déspota cuyo comportamiento oscila entre amoroso y cruel, para mantener a la víctima confundida, atada y sometida. El dinero lo utiliza como un instrumento de control, y el amor y el cariño como una forma de premio o castigo al sometimiento absoluto a la voluntad del tirano.

¿Cuántas mujeres sufren en silencio este tipo de violencia? ¡Muchísimas más de lo que podemos imaginar! Podrías ser tú, o tu madre, tu hija o tu hermana, tu vecina o tu amiga… Ni cuenta nos damos, pues la víctima es leal, y teme a las reacciones del déspota… le guarda el secreto, lo protege, y generalmente… ¡lo ama!

¿Podemos acaso imaginarnos lo devastador que es vivir a diario recibiendo insultos, rechazos, maltratos y traiciones del ser en quien hemos depositado toda nuestra confianza, nuestro amor y de quien dependemos aun para nuestro subsistir?

El abuso emocional va permeando poco a poco la psiquis. No sucede de la noche a la mañana. Hasta las mujeres más inteligentes, capaces e independientes pueden llegar, sin darse cuenta, a ser víctimas y perder su autoestima y dignidad en manos del hombre que aman, tratando de salvar la ilusión de su relación conyugal.

La violencia emocional ya está tipificada como un delito por ser reconocidos mundialmente sus demoledores efectos en las víctimas y en las sociedades, sin embargo, pocas veces se procesa y se condena a los abusadores, ya que el delito es minimizado y el proceso mismo maltrata aun más a la víctima y protege al victimario.

Para construir una sociedad libre y justa debemos hacer responsables de sus actos a los abusadores emocionales y obligarlos a responder por los daños que causan a sus víctimas.

Debemos proteger a nuestras familias, a nuestras mujeres y a nuestros hijos, pues todos son víctimas del abusador.

La indiferencia y la tolerancia de nuestra sociedad a la violencia en todas sus formas nos hace cómplices de este delito y lo fomenta.

No protejamos a los déspotas con nuestras actitudes condescendientes, ni hagamos responsables a las mujeres abusadas de las brutales acciones de sus cónyuges.
 
Ayudemos a las víctimas a romper las cadenas del silencio y a liberarse del control tiránico de los abusadores.

La justicia debe proveerles una oportunidad de sanar sus “invisibles” lesiones y de tener una vida digna y libre de cualquier tipo de violencia.





EL SILENCIO ES LA PEOR OPCION... SOLO AL HABLAR EMPEZAREMOS A SANAR... LAS PALABRAS DEJAN CICATRICES EN EL ALMA... SOLO EL AMOR LAS PUEDE SANAR... DIOS ES AMOR Y TE DA CADA DIA UNA NUEVA OPORTUNIDAD TU NO ERES LA CULPABLE... ATREVETE A VIVIR SIN CULPA... ERES UN SER MARAVILLOSO Y MERECE VIVIR SIN MIEDO... SONRIE SIEMPRE HAY UNA VENTANA ABIERTA... DIOS ESTARA CONTIGO... Y YO TAMBIEN... CUENTA CONMIGO CON SOLO ESCUCHARTE Y VER TUS SEÑALES DE AUXILIO PUEDO HACER LA DIFERENCIA...

Mas valioso que el Circo


Cuando yo era niña estaba con mi padre haciendo fila para comprar las entradas del circo.
Delante de nosotros en la fila había un matrimonio con ocho chicos, todos probablemente menores de doce años. Se veía que eran muy humildes. Los niños estaban muy entusiasmados hablando de los payasos, los elefantes y otros que verían esa noche. Le escuché decir que era la primera vez que iban al circo.
La esposa miraba al marido con mucha satisfacción. Se ve que el había hecho un gran esfuerzo para poder llevarlos todos al circo.
Cuando llegaron a la ventanilla de ventas, la empleada preguntó al padre cuántas entradas quería. Él respondió con orgullo: "Por favor, déme ocho entradas para menores y dos de adultos".
La empleada le indicó el precio. El matrimonio se paralizó y quedó mudo. Era mas de lo que esperaban. ¿Cómo iba decirle a sus ocho hijos que no tenían suficiente dinero para llevarlos al circo? Viendo lo que ocurría, mi papá dejó caer de su bolsillo un billete de veinte dólares (nosotros no éramos ricos en absoluto). Mi padre se agachó, recogió el billete, palmeó al hombre en el hombro y le dijo: "Disculpe, señor, se le cayó esto del bolsillo."

El hombre se dio cuenta de lo que pasaba. No había pedido limosna, pero sin duda apreciaba la ayuda en una situación desesperada, angustiosa e incomoda. Miró a mi padre directamente a los ojos, con sus dos manos le tomó la suya, apretó el billete de veinte dólares y con labios trémulos y una lágrima rodándole por la mejilla, replicó: "Gracias, gracias señor. Esto significa realmente mucho para mi familia y para mi."

Papá y yo volvimos a nuestro auto y regresamos a casa. No fuimos al circo. Pero no nos fuimos sin nada...  Jamás olvidaré aquel acto de mi padre. Se que me hubiese divertido en el circo. Pero aquella noche obtuve una enseñanza que me ha enriquecido toda mi vida.
"Más bienaventurada cosa es dar que recibir" -Hechos 20:35
"A Dios presta el que da al pobre, Y él le dará su paga" -Proverbios 19:17
"Peca el que menosprecia a su prójimo: Mas el que tiene misericordia de los pobres, es bienaventurado. -Proverbios 14:21

Monday, October 3, 2011

HISTORIAS PARA REFLEXIONAR: MEDIA COBIJA


Don Roque era ya un anciano cuando murió su esposa. Durante largos años había trabajado con ahínco para sacar adelante a su familia.
Su mayor deseo era ver convertido a su hijo en todo un hombre de bien y para lograrlo dedicó su escasa fortuna.
A sus setenta años Don Roque se encontraba sin fuerzas sin esperanza y lleno de recuerdos.
Esperaba que su único hijo, ahora brillante profesionista, le ofreciera su apoyo y comprensión, pero veía pasar los días sin que este apareciera. Y decidió visitarlo por primera vez y pedirle un favor.
-¡Hola papá!, ¡que milagro que vienes por acá!
- Ya sabes que no me gusta molestarte, pero me siento muy solo; además estoy cansado y viejo.
-Pues a nosotros nos da mucho gusto que vengas a visitarnos ya sabes que esta es tu casa.
-Gracias hijo, pero temía ser un estorbo para ti y tu familia, ¿entonces no te molestaría que me quedara a vivir en tu casa con ustedes?
-¿Quedarte a vivir aquí?, si…claro... Pero no sé si estarías a gusto. Tu sabes, esta casa es muy chica… Y mi esposa es muy especial… y los niños tu sabes...

-Mira hijo si te causo muchos problemas olvídalo. No te preocupes por mi alguien me tenderá la mano.
-No papá, no es eso. Solo que… No se me ocurre donde podrías dormir no puedo sacar a nadie de su cuarto, mis hijos no me lo perdonarían… o solo que no te moleste.
-¿Qué?
-Dormir en el patio…
-A eso, no, para mi esta bien.
El hijo de Don Roque llamó a su hijo Luis de doce años.
-Dime papa.
- Mira hijo tu abuelo se quedará a vivir con nosotros, trae una cobija para que se tape en la noche.
-Si, con gusto… ¿y donde va a dormir?
-En el patio, no quiero que nos incomodemos por su culpa.
Luis subió por la cobija tomo unas tijeras y la corto en dos. En ese momento llego su padre.
-¿Qué haces Luis? ¿Por que cortas la manta de tu abuelo?
- Sabes papá estaba pensando…
-¿Pensando en que?

-En guardar la mitad de la cobija para cuando tú seas ya viejo y vayas a vivir en mi casa.



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